A principios de la década de 1980, mientras caminaba por la cresta suroeste cerca de la mesa central, Isauro López Muñoz descubrió un territorio aislado. La extensión oculta, antigua e indómita, lo conmovió, enamoró e impactó profundamente, pero permaneció esquivo hasta que la familia finalmente se decidió y la compró en el 2010. De inmediato comenzó a explorarla, trabajarla y a hacer sus propios descubrimientos.
Ese pedazo de tierra era todo menos normal, ya que en el centro de ese terreno salvaje encontró una poderosa convergencia geológica que había dado forma a su topografía: su altura, y su tierra arcillosa favorecían las condiciones perfectas y únicas para crear un entorno vitícola totalmente exótico y especial. Con el tiempo descubrió que ese paisaje, su cielo cruel y su tierra colorada, era un milagro, algo más allá del límite de lo conocido. Todo aquello lo cambiaría lentamente y, en última instancia, inspiraría a crear un nuevo y único vino: López Rosso Cavas.
Clima y Tierras Ideales
Nuestros viñedos se localizan a una altitud aproximada de 2,105 msnm la cual permite una amplitud térmica que se torna ideal para la maduración de la vid, potenciando la acumulación de exquisitos aromas y extraordinarios sabores.
Proceso de elaboración
En López Rosso Cavas elaboramos nuestros vinos con los más altos estándares de calidad y salubridad propios de la industria vinícola del viejo mundo. Cada año las uvas y su proceso de vinificación son inspeccionados meticulosamente por nuestros artesanos con el fin de crear una botella López Rosso que de honor a la milenaria tradición viticultora.
Filosofía del Vino
Los vinos López Rosso están elaborados bajo un férreo compromiso con nuestros consumidores, nuestros colaboradores y el medio ambiente. Trabajamos con la conciencia de que la labor vitivinícola es esencialmente un trabajo colaborativo y virtuoso entre el ser humano y la naturaleza, por lo cual tenemos un la convicción cuidar y respetar a ambos.